boa...boa..boa....

La boda?, la boda muy bonita, se casarón en una antigua dependencia municipal, con mucho sabor añejo, con alfombra roja, con ramos de flores blancas, les casó un concejal, no sé de que partido, da igual, nos va a robar de todas maneras.
El novio traje negro con plastrón, ella un vestido blanco con todos los extras, muy guapos, como recién sacados de lo alto de una tarta nupcial.
Bastante concurrencia, es casi verano, las chicas guapísimas, vestidos cortos, más carne a la vista que en el matadero municipal

El convite u celebraçao, se realiza en un restaurante con forma de antiguo caserón, a las afueras, todo muy rustico, muy selecto, mientras esperamos, un cóctel de bienvenida, con bebidas, canapés… que tienen buena pinta, pero que no logro probar, por que los camareros son plusmarquistas mundiales del medio fondo…

Llegan los novios, suena la marcha nupcial, tracas, fuegos artificiales, varios canapés vuelan sin control, debido al susto inicial de las detonaciones, los camareros forman un pasillo de honor (?), de la nada sale un carro con una enorme botella de cava semi-acostada, modelo gran prix, un tío gordo con un chaleco burdeos y negro, se planta delante de ellos, les recita algo, la gente aplaude, alguien le da un sable , dorado muy ornamentado, kitsch, de un golpe destapa el cava, llena dos copas que se las da a los novios, beben con los brazos cruzados al estilo cosaco, apuran, lanzan las copas a sus espaldas, ovación, se encaminan al salón atravesando el jardín, los pajarillos revolotean, las plantas florecen, unos duendes le cogen el velo a la novia, un dantzari les baila el aurresku, un mirage 200-c surca el cielo en vuelo rasante haciendo piruetas, una espontánea vestida con los colores de la selección brasileña se levanta la camiseta, una piña de soldados americanos alzan al fondo un mástil con la bandera americana, un alcalde les da las llaves de la ciudad, cae un paracaidista vestido de elvis con una guitarra cantando clavelitos, suena la bocina del titanic, los niños de san idelfonso cantan el primer premio de la lotería de navidad…

Todo el mundo dentro!, nos metemos disparados, en pie ovacionamos a los novios, mientras se sientan en la mesa presidencial, yo no veo la copa de europa por ninguna parte…

Me siento en mi mesa, la mesa de los solteros, todas son mesas redondas, menos la nuestra, que tiene incluso cartelitos con los nombres, me toca en la esquina a la izquierda de la mesa, enfrente la única soltera, bueno luego me enteré que separada, lo demás son parejas de solteros.

Comienza la cena, le hago dos bromas a la tía de mi derecha, me mira con cara de asco, “pues se va a joder que no le hago otra más”, la separada no está mal, tendrá unos 40 años, pero a dormido en garaje, esta bien cuidada, lleva un short negro, con unos tacones en charol y una especie de suéter dorado sin mangas, se le ve un piolín volador pequeño tatuado en el omóplato derecho, rubia, con corte a lo cleopatra…

Comienzan los vivas, para los novios, para los suegros, para los consuegros, los “que se besen”, para los novio, para los suegros, para los consuegros, el padre de él se levanta y dice que, por ahí no pasa ,que no piensa besar al padre de ella, lo dice completamente enserio, carcajada general, desde luego el minuto de oro…

Antes del sorbete de frutas del bosque, la separada va dando síntomas de vida, mantenemos una conversación trivial, la de al lado no se ha vuelto, ni para coger una gamba. Apagan las luces, la tarta nupcial sale de la cocina, envuelta en bengalas, aplausos, música, fuegos artificiales,… chicles, pipas, almendras garrapiñadas, molinicos pa los nenes….

Nos dan los regalos, hombre mira, para los tíos una botellita de vino tinto de cariñena, con una foto de la feliz pareja, pienso,”en llegar a casa la pongo en el aparador”, a las chicas, creo que una agenda-espejo metálica de bolsillo, colocan los alfileres de las chicas, la separada no quiere alfiler, pero la novia la obliga…

Comienza el baile, los novios en vez de bailar el típico vals, han elegido otra cosa, que no me acuerdo, donde está la barra libre?, comienza la pachanga a saco, la pista de baile es grande y da al porche y al jardín, han colocado antorchas, velas, por todas partes, hasta en los estanques de las fuentes hay velas flotando, todo el jardín está sembrado de mobiliario de mimbre con sus mesas, celosías, toldos, pérgolas, un ambiente muy conseguido…

La pachanga es de las duras, paquito el chocolatero incluido, la separada y yo somos los únicos desemparejados a la vista, puede que hubiera alguien de la familia, pero no estoy seguro, ella se anima un poco con livin´ la vida loca, me mete en la pista de un empujón, ya que estamos hago un poco el chorra, “que te pido?”, le digo, “lo mismo que tu”, nos tomamos la copa al borde de la pista, ella es bailonga pero se la ve cortada…

“Nos sentamos?”, “claro”, nos sentamos en dos sillones de mimbre muy chulos, enfrente del porche y de la pista de baile, apuré la copa, y le dije que iba al aseo, a la vuelta busque a un camarero que tenía pinta de golfo, “oye, tendrías una bot…”, antes de acabar la frase, me guiño un ojo, me trajo una botella de möet chandon, mas dos copas...

No le hizo mucha gracia, en principio, lo de la botella, pero yo la destape, le serví una copa, para mi otra y me estire en el sillón, se siente uno tan sólo a veces que casi tenía más ganas de compañía que de otra cosa…

“hay que te paso con tu ex?”, esa fue una pregunta detonador, empezó a contarme no se muy bien que, por que ni me acuerdo, pero yo estaba a gusto, copita para ella, copita para mi, me encontraba bien oyéndola, la verdad, es que no me interesaba lo que contaba, pero su voz era caramelo puro, con el cielo estrellado, el jardín iluminado de un modo casi mágico, el ruido del agua de las fuentes de fondo, la vista de mujeres tan guapas , todo formaba el fondo de un cuadro naïf en el que destacábamos ella y yo, estaba casi en trance, sentí ese cosquilleo, que te recorre la espalda cuando estás muy a gusto con alguien…

no tenía ganas de irme, pero había que hacerlo, a ella creo que no le quedaba ya mucho que contar, incluidas fotos de sus hijos comentadas , a sí que discretamente nos despedimos de la feliz pareja y nos fuimos al parking por los coches, nos intercambiamos teléfonos, nos dimos la buenas noches. Conduje hasta mi casa con el viento en mi cara, sonriendo levemente, con una especie de satisfacción por dentro, como el que colegial que le acaba de ver las bragas a una compañera de clase…

El domingo por la mañana al despertar aún tenía esa sensación tan agradable…no sé… a lo mejor la llamo…que me lo vuelva a explicar todo otra vez…






the bees-listening men

y otro temita de regalo, este lo podrían haber metido para el baile y no tanto ,in the navy... me hubiera lanzado a la pista bailando como el japo del video...





the bees-chicken payback